La provisión de activos circulantes propios es uno de los principales indicadores de la estabilidad financiera de una empresa. Si la empresa no tiene capital social, esto significa que la formación de activos corrientes, y en algunos casos una parte de activos no corrientes, se realiza a expensas de los fondos prestados.
Instrucciones
Paso 1
Para determinar la provisión de una empresa con sus propios activos circulantes, se aplica un coeficiente especial. Se calcula como la relación entre los activos circulantes propios y el volumen de activos circulantes. A su vez, el valor de los activos circulantes propios se calcula como la diferencia entre el capital propio de la empresa (línea 490 "Balance general") y el monto de los activos no corrientes (línea 190).
Paso 2
El ratio de provisión de activos circulantes propios muestra qué parte del capital social, remanente de la formación de activos no corrientes, se destina a cubrir los activos circulantes. El valor estándar de este coeficiente es 0, 1, es decir al menos el 10 por ciento del capital de trabajo debe formarse a expensas del capital propio de la empresa.
Paso 3
Existe una situación en la que la diferencia entre el patrimonio neto y los activos no corrientes de la empresa es negativa. Esto significa que el capital propio de la empresa no es suficiente para formar no solo una parte de los activos corrientes, sino también los activos no corrientes, es decir, parte de los activos fijos y todo el capital de trabajo se forman a expensas de fuentes prestadas.
Paso 4
A veces, los activos no corrientes están cubiertos por el 100 por ciento de su propio capital y los activos circulantes se proporcionan con la ayuda de préstamos y empréstitos. En este caso, el coeficiente de provisión con activos circulantes propios será igual a cero.
Paso 5
Si el nivel de esta relación es inferior al valor estándar, esto indica que el capital social de la empresa es insuficiente o que la cantidad de activos no corrientes es demasiado grande, por ejemplo, debido a un gran volumen de construcción en curso, o una cantidad significativa de capital de trabajo, por ejemplo, debido a un aumento en los inventarios no reclamados o un gran volumen de cuentas por cobrar.