Los servicios bancarios se han convertido en una parte integral de nuestra vida. Hoy en día, los más populares entre nuestros ciudadanos son todo tipo de préstamos y tarjetas plásticas. Con el crecimiento de su popularidad, también aumenta el número de estafadores bancarios que se aprovechan del analfabetismo financiero de una parte de la población.
El número de estafadores bancarios está creciendo y sus métodos son cada vez más sofisticados. Para no ser víctima de estafadores, es necesario conocer los tipos de fraude que existen en la actualidad y cumplir con una serie de requisitos simples que le permiten mantener intacto su dinero.
Fraude con tarjetas de plástico
Su lista es bastante amplia y el ingenio de los artesanos bancarios no conoce límites. Una de las opciones de trampa más comunes es el skimming. Su mecanismo es simple: un dispositivo especial, un skimmer, se coloca en el lector del cajero automático, que "elimina" todos los datos de la tarjeta, y su código PIN se obtiene utilizando una cámara de video discreta y superposiciones especiales en el teclado. Luego, se crea un duplicado de su tarjeta y todos los fondos disponibles allí se retiran de la cuenta de la tarjeta.
El phishing es una estafa más sofisticada. La esencia de esta "pesca en Internet" se reduce al hecho de que los estafadores envían correos electrónicos en nombre del banco en los que ofrecen seguir el enlace para activar la tarjeta o consultar su saldo. Siguiendo las instrucciones, el titular de la tarjeta accede a un sitio web falso, donde ingresa sus datos personales. Después de eso, el dinero de la tarjeta está disponible para los ciberdelincuentes: pueden retirarlo o transferirlo a otra cuenta.
Esquemas de crédito
En el campo de los préstamos, el fraude está floreciendo y la "parte del león" del fraude pertenece a los llamados "corredores negros" que, por una tarifa adicional, ofrecen a los ciudadanos asistencia para obtener un préstamo. El engaño más inofensivo se reduce al hecho de que los intermediarios deshonestos brindan una especie de servicios de "consultoría": por una pequeña tarifa de 300-500 rublos, se ofrece una lista de bancos que están listos para emitirle una hipoteca o un préstamo de consumo. Si decide comprarlo, recibirá una lista simple de las organizaciones de crédito que operan en su ciudad. Ciertamente es útil, pero se puede encontrar en cualquier sitio bancario de forma totalmente gratuita.
Los defraudadores más arrogantes ofrecen acelerar la emisión de un crédito, además, evalúan sus servicios, exigiendo por ello entre un 10 y un 15% de su monto. El mecanismo de engaño es simple: los estafadores recolectan documentos de los clientes y los envían a varias organizaciones de crédito a la vez. Si no se daña el historial crediticio de los posibles prestatarios, uno de los bancos aprobará definitivamente la emisión de un préstamo. Los afortunados se desprenden de su dinero, sin pensar que podrían arreglar ese préstamo por su cuenta.
Algunos estafadores ofrecen a los prestatarios con un historial crediticio incorrecto certificados de ingresos falsos o traer garantes "falsos" para aumentar las posibilidades de obtener un préstamo. Si es posible obtener un préstamo, el prestatario se ve obligado a dar entre el 20 y el 50% del dinero recibido a los estafadores. Al mismo tiempo, nadie piensa en el hecho de que, en caso de divulgación de fraude, el préstamo deberá reembolsarse inmediatamente y el propio prestatario será incluido para siempre en la "lista negra".