La biblioteca, como cualquier otra institución pública, puede tener un nombre único. Un título interesante y memorable atraerá la atención de los lectores y aumentará la asistencia de la biblioteca.
Instrucciones
Paso 1
Para una biblioteca infantil, puede elegir un título asociado con un personaje o una obra familiar para la mayoría de los lectores jóvenes. Este será un incentivo adicional para que los niños visiten esta institución. Si la elección recayó en la primera opción, dé preferencia a un héroe conocido por su curiosidad y erudición. Por ejemplo, puede ser un personaje conocido de Znayka del libro de Nosov "Las aventuras de Dunno y sus amigos".
Paso 2
Las bibliotecas a menudo reciben el nombre de escritores o poetas destacados. Usted puede hacer lo mismo. Utilice el nombre de un genio clásico o un escritor contemporáneo digno que hizo famosa a su ciudad.
Paso 3
Si le apasiona crear su propia biblioteca doméstica, también puede elegir un nombre para ella. Por supuesto, básicamente solo sus familiares y amigos conocerán este nombre. Pero quizás este paso los preparará para una actitud más cuidadosa y respetuosa hacia la colección de libros. Para el nombre de su biblioteca personal, seleccione el nombre de su escritor favorito o héroe de la obra.
Paso 4
A menudo, varias instituciones públicas llevan el nombre de personas que han hecho una contribución significativa a su desarrollo. Si tal persona existe en la historia de la biblioteca, elija su apellido como nombre. Por ejemplo, puede ser una figura que organizó un depósito de libros determinado o recopiló la mayor parte de las publicaciones.
Paso 5
Una pequeña biblioteca especializada en el préstamo de publicaciones para uso personal durante un cierto período de tiempo puede tener un nombre asociado con el respeto por los libros. Por ejemplo, "manos amables".
Paso 6
El nombre de una figura destacada que dedicó su vida a cualquier ciencia puede servir como nombre para una biblioteca que recopila publicaciones especializadas dedicadas a este campo científico. Por ejemplo, una biblioteca con literatura médica puede llevar el nombre del fisiólogo ruso Ivan Mikhailovich Sechenov.