El balance general es la forma principal de presentación de informes de cualquier organización, mostrando su situación financiera en una fecha determinada. La información contenida en este documento es útil no solo para el personal de contabilidad, sino también para la administración, accionistas e inversionistas, ya que es un indicador bastante preciso de la "salud" financiera de una empresa. ¿Cómo lee el balance general?
Es necesario
Balance, calculadora, mindfulness
Instrucciones
Paso 1
Análisis preliminar del balance
Habiendo recibido el equilibrio en sus manos, primero estudie su apariencia, evalúe la exactitud del diseño. El balance debe cumplir con el formulario estándar, contener el nombre completo de la organización, la fecha de compilación y todos los detalles necesarios. Vea si se observa la igualdad de activos y pasivos, y haga un seguimiento de cómo ha cambiado la moneda del balance (es decir, el monto total del activo o pasivo). Si ha disminuido o se ha mantenido sin cambios, esta es una señal alarmante que requiere investigación adicional.
Paso 2
Analizamos los activos del balance
Como probablemente sepa, el balance tiene dos grandes secciones: los activos de la empresa (es decir, sus recursos económicos) y los pasivos (fuentes de formación de recursos). Esta es la estructura del balance consolidado.
Los activos y pasivos deben analizarse de dos maneras: horizontalmente, es decir, comparar el valor de cada artículo con su valor en la fecha anterior, y verticalmente, es decir, determinar la participación de las partidas más importantes del balance en su moneda. Preste especial atención a los artículos principales. Compare las tasas de crecimiento de los activos no corrientes y circulantes: en general, el crecimiento de los activos circulantes debería superar el aumento de los activos no circulantes, esto indica la movilidad del capital. Realice un seguimiento de los cambios en la cantidad de cuentas por cobrar: su crecimiento puede reflejar la necesidad de un trabajo más persistente con los deudores. Al mismo tiempo, un aumento en el tamaño de las inversiones a largo plazo es un indicador de la política activa de inversión de la empresa, que, lamentablemente, no siempre se justifica, porque los fondos se desvían de la actividad principal. Además de lo anterior, el ítem "Inventarios" es muy importante, también debe ser monitoreado regularmente para evitar "exceso de existencias" (en menor medida, esto se aplica a las organizaciones comerciales).
Paso 3
Estudiamos los pasivos del saldo
Al analizar los pasivos del balance, en primer lugar, preste atención a la proporción de capital social y capital de deuda. Cuanto mayor sea la proporción de capital prestado, mayor será el riesgo de encontrarse en una situación de insolvencia. Calcule la tasa de crecimiento del capital social: si superan la tasa de crecimiento del capital prestado, este es un momento positivo. También se evalúa positivamente el crecimiento de la participación de reservas, fondos y utilidades retenidas, ya que esto refleja la eficiencia del negocio. En cuanto al capital prestado, debe prevalecer la parte de los pasivos a largo plazo, esto crea la base para la estabilidad financiera de la empresa.
Paso 4
Calculamos ratios financieros
El análisis del balance, además de estudiar su dinámica y estructura, necesariamente incluye el cálculo de ratios financieros que caracterizan su liquidez y solvencia de la organización, así como su estabilidad financiera. Aquí tendrás que armarte con una calculadora. hay muchos de estos coeficientes. En primer lugar, calcule los activos netos (el procedimiento para su cálculo se describe en detalle en la Carta del Ministerio de Hacienda de 1996-05-08), el coeficiente de autonomía financiera (el coeficiente de fondos propios a la moneda del balance). Luego estime la liquidez del balance calculando tres razones: liquidez actual, liquidez rápida y absoluta. Estas métricas le darán una imagen real de la posición de la empresa. En el futuro, los "puntos dolorosos" del equilibrio deben considerarse en detalle, es decir, esos momentos que no podías evaluar sin ambigüedades.