Los impuestos sobre animales son una práctica muy extendida. Son especialmente comunes en Europa. En lo que respecta a Rusia, se ha hablado de imponer impuestos durante muchos años, pero nada va más allá de las palabras.
¿En qué países se aplica el impuesto sobre animales?
En España, existe un impuesto a las mascotas, pero es de carácter bastante simbólico: los propietarios tienen que pagar solo 15 euros. A modo de comparación: a los propietarios de perros grandes en Alemania se les asigna un impuesto 40 veces más alto que en España, es decir, le dan al estado una media de 600 euros.
Al determinar el monto del impuesto a los perros en diferentes países, se guían por diferentes criterios. Por ejemplo, en Noruega, los dueños de perros pagan más cuanto más largo es su perro. Es por eso que los animales en miniatura están muy extendidos en este país, cuyos costos son bastante bajos. En Suecia, la tasa de impuestos, por otro lado, depende de la altura del perro. Para pagar menos, los suecos eligen animales largos pero cortos. No es sorprendente que los perros salchicha y otros perros de patas cortas tengan una demanda tan alta en su país.
En Austria, los dueños de perros deben pagar 725 euros por cada cachorro y contratar pólizas de seguro especiales. Si el perro ataca a alguien, se pagará una compensación con el monto del seguro.
Curiosamente, aunque los europeos son considerados ciudadanos respetuosos de la ley, muchos de ellos esconden sus animales para evitar pagar impuestos. La inspección fiscal incluso tiene formas especiales de tratar con los que no pagan: utilizan grabaciones de diferentes versiones de ladridos cerca de las casas para escuchar si hay una respuesta de ladridos detrás de la puerta. Cualquiera que evite pagar impuestos sobre los animales se enfrentará a un castigo severo: por ejemplo, un austriaco tendrá que pagar una multa de 3.500 euros.
Impuestos sobre animales en Alemania
Los alemanes son muy aficionados a los animales, pero los que tienen mascotas en casa tienen que gastar una cantidad considerable cada mes. Por ejemplo, tener un gato cuesta una media de 50 euros, aunque no contrates un seguro. Además, los alemanes pagan impuestos. Varía en promedio de 30 a 700 euros y depende de la raza del animal, su tamaño, el lugar donde vive, etc. Sin embargo, a pesar de que los propietarios tienen que pagar impuestos, no pueden tener el animal en todas partes. Por ejemplo, está estrictamente prohibido liberar a un gato "para caminar libremente", lo que le permite caminar por la calle, y también tener un perro grande en un edificio de apartamentos.
Curiosamente, en Alemania, el impuesto a los animales no se aplica a los propietarios que no tienen vivienda y un trabajo permanente. Por el contrario, las personas pobres, especialmente si sufren de adicción al alcohol o las drogas, reciben entre 3 y 5 euros al mes si tienen un animal.