La capacidad de ahorrar dinero o, como dicen ahora, de optimizar costos, es importante no solo en los negocios, sino también en la vida de cada familia. Después de todo, de hecho, la gestión competente del presupuesto del hogar se basa en los mismos principios racionales que la planificación de los gastos en la organización. Lo principal en este negocio es calcular correctamente los costos y encontrar oportunidades para reducirlos.
Instrucciones
Paso 1
Establezca como regla anotar todos los gastos en los que incurra. Si hay poca esperanza para la memoria, porque hay tantos pequeños gastos que al final del día no puede recordar todo, comience a guardar todos los recibos de efectivo de cualquier compra, boletos de viajes de transporte, recibos de facturas de servicios públicos. Colóquelos en una carpeta y vacíela cada pocos días reescribiendo las cantidades de los cheques en una tabla general.
Paso 2
Alinee la tabla de sus gastos, resaltando en ella líneas separadas para cada ítem de costo. En la parte inferior de la hoja, deje un espacio libre en el que, si es necesario, agregue líneas adicionales. Decida el período del informe y complete esta tabla para cada período.
Paso 3
El período del informe puede ser de una semana, dos semanas o un mes. Quizás te resulte más conveniente vincularlo a las fechas de recepción del salario, o, quizás, por el contrario, calcularás los gastos y los planificarás estrictamente por semana. Al final de cada período, calcule los costos de cada línea e imprima su total.
Paso 4
Ahora que ha acumulado cierta cantidad de información sobre los gastos de su presupuesto familiar, tiene la oportunidad de participar en una planificación más detallada de los gastos del hogar. Vea qué costos puede reducir, qué puede rechazar y en qué no puede ahorrar. En la mayoría de los casos, cuando las personas comienzan a calcular deliberadamente los costos y planificar sus gastos, tienen la oportunidad no solo de reducir el nivel monetario de su propio consumo, mientras mantienen su componente de calidad, sino también de reservar los fondos ahorrados para adquisiciones serias. Después de todo, se sabe desde hace mucho tiempo que el dinero ahorrado es el dinero ganado.