La dependencia de los préstamos no solo es un problema real, sino también muy grave. La incapacidad de detenerse a tiempo, pedir prestado dinero a los bancos una y otra vez, puede socavar en gran medida el presupuesto familiar, empeorar las relaciones con los seres queridos y, por supuesto, tener un efecto negativo en la psique.
Signos de adicción a los préstamos
Una persona adicta a los préstamos no solo pide dinero prestado, lo hace cuando no hay una necesidad especial de fondos adicionales, sin pensar en si podrá pagar la deuda. Estas personas a menudo desarrollan la posición "Quiero vivir bien ahora y no pensar en lo que pasará mañana". Incluso si una persona se da cuenta de que no podrá cancelar el préstamo a tiempo, todavía toma el dinero, contando con el azar y posponiendo la solución del problema para más tarde.
Las personas adictas al crédito tienden a comprar cosas solo para animarse. Al mismo tiempo, utilizan constantemente tarjetas con límite de sobregiro, por lo que piden dinero prestado al banco por cualquier motivo. Disfrutan usando dinero que prácticamente no tienen. Al mismo tiempo, las personas no quieren pensar en pagar la deuda y de todas las formas posibles alejan este pensamiento de sí mismas.
A menudo, el problema se convierte en una consecuencia del desarrollo de otra adicción, por ejemplo, una adicción al alcohol o al juego. Una persona toma prestado más y más dinero, gastándolo en "placer" y sin imaginar realmente cómo pagará la deuda.
Finalmente, la señal más aterradora de la adicción al crédito es que las personas continúan pidiendo prestado dinero a los bancos incluso después de tener serios problemas con el pago de la deuda. Por ejemplo, devuelven dinero a un banco pidiendo prestado a otro, liquidan cuentas con gran dificultad y luego vuelven a pedir un préstamo para una compra, de lo que podrían prescindir.
Por qué aparece la adicción a los préstamos
Ahora es muy fácil sacar un préstamo, especialmente cuando se trata de una pequeña cantidad. Para hacer esto, a menudo ni siquiera es necesario recopilar un gran paquete de documentos. Muchas tiendas ofrecen préstamos rápidos para comprar cualquier producto, al tiempo que especifican tanto el vencimiento como el monto de los pagos mensuales, lo que parece muy pequeño. Gracias a esto, es posible, sin tener suficiente dinero, comprar electrodomésticos, un teléfono caro e incluso un automóvil. El dinero fácil es un buen cebo al que puede acostumbrarse rápidamente.
La dependencia de los préstamos a menudo aparece en personas inseguras que quieren parecer exitosas. Comprando cosas caras y ensuciando con dinero, aumentan su estatus a los ojos de los demás. Al mismo tiempo, la oportunidad de tomar a crédito el monto requerido en cualquier momento los intoxica y les da una falsa sensación de permisividad, total libertad financiera, por la que luego tienen que pagar.