Por lo general, el comienzo de una relación comercial es una llamada telefónica con una oferta de cooperación. Para que esto suceda, es necesario construir de manera competente la comunicación y el interés del cliente.
Instrucciones
Paso 1
Saludo.
Al saludar al interlocutor, si es posible, diríjase a él por su nombre y también asegúrese de presentarse. Debe dar un nombre y describirse brevemente a sí mismo y a la empresa.
Por ejemplo: "¡Buenos días, Sergei Petrovich! Mi nombre es Alexander, soy el gerente de la empresa Ilanda. Venta al por mayor de electrodomésticos de cocina".
Paso 2
Demostración de atención al cliente.
Asegúrese de cuidar su conveniencia preguntándole si tiene un par de minutos de tiempo libre.
Por ejemplo: "¿Podría darme dos minutos de su tiempo?"
Si el cliente dice que está demasiado ocupado, pregúntele a qué hora es mejor volver a llamar para que le sea conveniente.
Paso 3
"Lanzar una caña de pescar".
Cariño al cliente con un pequeño cumplido a la firma.
Por ejemplo: "En los círculos comerciales, su empresa se ha establecido como un socio confiable. Nos gustaría ofrecerle cooperación en condiciones favorables".
De esta forma podrás motivar al cliente a continuar la conversación.
Paso 4
Breve presentación
Resuma los beneficios de su producto. No vale la pena elogiarlo, es mejor señalar que, por ejemplo, tiene buena demanda en el mercado o su calidad supera a la mayoría de productos similares en la misma categoría de precio.
Paso 5
Crea intriga.
Recuérdame los términos favorables que mencionaste al principio. Cuéntenos sobre las condiciones especiales que se brindan a los clientes más serios. Ofrezca hablar sobre ellos cuando se reúnan.
Paso 6
Termine con un cliente potencial.
No pregunte al cliente si quiere reunirse, solo pregunte sobre la posibilidad de esta reunión.
Por ejemplo: "Necesitamos reunirnos con usted en persona, ¿podría darme algo de tiempo mañana, digamos a las tres de la tarde?"
Paso 7
Prepara el terreno para un encuentro fructífero.
Averigüe la dirección de correo electrónico del cliente y envíele una presentación y oferta del producto. Si el cliente lee toda la información necesaria de antemano, entonces puede dedicar todos sus esfuerzos no a ponerse al día, sino a la persuasión. Pero no olvide consultar con el cliente si ha leído la oferta enviada.