Cualquier gerente sueña con ese tipo de empleados que entienden perfectamente sus tareas, van inmediatamente a cumplirlas y no corren cinco veces al día para aclarar qué y cómo hacer. Sin embargo, estas situaciones se presentan en forma de raras excepciones. Como regla general, un líder debe cuidar la precisión y claridad de cada asignación si quiere que el negocio prospere.
Con un enfoque diferente de los negocios, todo se derrumbará ante nuestros ojos, porque los subordinados no entenderán qué hacer exactamente y cuándo hacerlo, el gerente pensará que es hora de cambiar de equipo. Y la culpa de todo es una razón trivial: la configuración incorrecta de las tareas.
Cual es el reto ideal
Si le dice al gerente sobre la marcha, "Llame al cliente" y aún no le explica nada, puede estar 99% seguro de que lo entenderá mal. O llamará a la persona equivocada o dirá algo equivocado. Porque sus subordinados no son telepáticos y no saben lo que hay en su cabeza. La boca del gerente está llena de preocupaciones y seguramente confundirá algo. Por lo tanto, dé una tarea detallada, con todas las sutilezas y matices, entonces habrá una garantía de su implementación.
Un ejemplo interesante es un ejercicio que seguramente convencerá a un gerente de lo importante que es establecer metas con claridad. También será útil como una pequeña sesión de formación con mandos intermedios.
El ejercicio consiste en que el facilitador describa con sus propias palabras un objeto que el entrevistado nunca ha visto antes.
Y luego el interlocutor dibuja lo que presentó de acuerdo con la descripción. El dibujo estará tan lejos de lo real que es imposible imaginarlo. Esto es normal, porque todos tienen sus propias ideas sobre diferentes cosas y conceptos. Incluso las palabras "rápidamente" o "urgentemente" son percibidas por todos a su manera.
Cada empleado tiene sus propias opiniones sobre las prioridades. Y si no indica la hora, la tarea pasará a segundo plano. Y luego dirá que "no le dijeron que era urgente".
Al mismo tiempo, no debe establecer fechas límite; por regla general, no se cumplen. Tómese un suministro de varios días, para que luego no haya emergencia. Nadie dará garantías de que todo "saldrá bien": o el empleado no llegará a tiempo o alguien lo decepcionará. Por lo tanto, definitivamente necesitas tiempo para maniobrar para poder terminar o arreglar todo.
Por ejemplo, si les dice a los empleados que "necesitan aumentar las ventas", ¿es este un objetivo medible? Todos deben comprender cuánto deben aumentar sus indicadores de rendimiento para aumentar las ventas generales. Y cuál es el indicador cuantitativo de ventas por año, por mes, por semana, por día.
Si esto no se hace, los empleados harán algunos esfuerzos, el nivel de ventas aumentará hasta cierto punto, informarán, pero las cifras no serán las que usted planeó. Por lo tanto, es importante expresarlos al establecer la tarea, para que todos comprendan claramente el nivel de esfuerzo personal invertido.
El entendimiento mutuo entre el gerente y el subordinado se basa en estos tres pilares, y si se observan estrictamente, el negocio se desarrolla sin tirones ni inhibiciones.