La estabilidad de la situación financiera y el desarrollo sostenible de la empresa dependen en gran medida de su actividad empresarial. Puede evaluarse mediante criterios cuantitativos y cualitativos.
Evaluaciones cuantitativas de la actividad comercial de la empresa
En un sentido financiero, la actividad empresarial de la empresa se manifiesta en la rotación de sus fondos. En este sentido, al analizar la actividad empresarial y la eficiencia empresarial, se utiliza la dinámica de los indicadores de facturación (ratios). Hay varias razones que explican su importancia para la empresa. Primero, el tamaño de los ingresos de la empresa depende de la tasa de rotación. En segundo lugar, el valor relativo de los costos fijos depende del tamaño del volumen de negocios: cuanto mayores son los ingresos, menor es la participación de los costos. En tercer lugar, un aumento del volumen de negocios en una etapa implica su aceleración en otra. En general, la solvencia y rentabilidad de la empresa dependen directamente de la rapidez con que las inversiones en activos se conviertan en dinero real.
Existe una amplia gama de ratios de rotación. Entre ellos se encuentran los ratios de rotación de activos y capital social, activos fijos e inventarios, cuentas por cobrar y por pagar.
El índice de rotación de activos (capital) denota la tasa de rotación del capital de la empresa o cuánto dinero aportó cada unidad de activos. Se calcula como la relación entre los ingresos netos y el valor de los activos promedio (valor de capital).
La relación de la rotación del capital de trabajo muestra la relación entre los ingresos y el capital de trabajo de la empresa. Si este indicador disminuye, esto indica una desaceleración en la circulación de dinero.
El índice de rotación de cuentas por cobrar se estima por el índice de ingresos al monto promedio de deuda. Refleja cuántas veces se cambiaron los fondos invertidos en acuerdos con los consumidores. Un valor alto del indicador indica que la empresa recibió rápidamente el pago de las facturas.
El volumen de negocios de las cuentas por cobrar debe compararse con el mismo: en las cuentas por pagar. Este último índice refleja la expansión (disminución) de los préstamos comerciales que se otorgaron a la empresa. Su crecimiento significa que la velocidad de pago de las compras de una empresa está creciendo, mientras que una disminución indica un aumento en las compras a crédito.
El índice de rotación de inventarios refleja el número de rotación de los inventarios de la empresa. Su declive indica un aumento del trabajo en curso o una caída en la demanda de productos. Cuanto mayor sea la tasa de rotación del inventario, más estable será la posición financiera de la empresa.
Se calcula como la relación entre el costo de producción y la cantidad de inventario.
El índice de rotación de activos fijos también se denomina productividad del capital. Muestra la relación entre los ingresos netos y el valor de los activos fijos. Con base en esta relación, se puede juzgar la eficiencia del uso de activos fijos.
Una evaluación cuantitativa de la actividad empresarial puede incluir un análisis de indicadores no solo relativos, sino también absolutos. Estos últimos incluyen, en particular, el volumen de capital, los productos vendidos y los beneficios, así como su dinámica.
Evaluación cualitativa de la actividad comercial de la empresa
La evaluación de la actividad empresarial mediante criterios cualitativos implica el uso de indicadores no formalizados. Estos incluyen el mercado de ventas (volumen y tasas de crecimiento), el potencial de exportación de productos, las actividades financieras y el mercado laboral. Incluyen la reputación de la empresa, el número de clientes habituales, el nivel de fama.
Un aumento en la actividad comercial de la empresa se puede manifestar en la expansión de la geografía de ventas, el surtido de bienes, el desarrollo profesional de los empleados de la empresa y la eficiencia del uso de la base de materia prima. Las actividades de crecimiento empresarial generalmente requieren importantes inversiones de capital que solo se amortizan a largo plazo. Incluyen, por ejemplo, reorganización y expansión de la producción, revisión, expansión de la gama de productos.