Hasta hace poco, en la época soviética, era costumbre guardar dinero en casa, en un lugar secreto. Sin embargo, hoy en día incluso la gente corriente que no tiene experiencia en asuntos financieros tiene la oportunidad de colocar su dinero en bancos o invertirlo en la facturación empresarial con una ganancia mucho mayor.
En casa, en una vaina
El método de este viejo abuelo, con toda su falta de fiabilidad en la actualidad, sigue siendo utilizado por muchas personas que no quieren confiar categóricamente sus finanzas a nadie. No es confiable porque los robos en nuestro país, lamentablemente, no son infrecuentes. Además, tener dinero en casa simplemente no es rentable: es un “peso muerto”: no funciona, no participa en ningún proceso comercial y, por lo tanto, su cantidad no aumenta de ninguna manera.
Bajo el colchón del propietario, el dinero no puede evitar la depreciación debido a la inflación continua, que se observa de año en año en casi todos los países del mundo. Por lo tanto, tener dinero en casa no es rentable.
Depósitos bancarios
La forma más fácil, confiable y obvia de mantener su dinero sano y salvo y, al mismo tiempo, incluso aumentarlo en parte, son los depósitos bancarios. Por supuesto, siempre existe el riesgo de que el banco se queme, pero en realidad esto no sucede todos los días. Además, la reputación del banco es bastante fácil de verificar sobre la base de la información disponible en Internet, reseñas de conocidos, amigos, etc.
En la actualidad, existen varios tipos de depósitos bancarios. Los programas de ahorro más convenientes son los depósitos de reposición, cuando periódicamente se pueden agregar nuevas porciones de fondos a la cantidad inicialmente invertida.
La ventaja obvia de depositar dinero en un banco sobre mantenerlo en casa es que la institución financiera cobra intereses sobre el monto del depósito inicial. Si la cantidad es significativa, de esta manera puede ganar mucho dinero sin hacer ningún esfuerzo personal.
Invertir dinero en negocios
Esta forma de manejar el dinero solo se puede recomendar a aquellas personas que sean expertas en temas de inversión y sean conscientes del riesgo existente de perder su dinero. Los proyectos de empresas jóvenes requieren constantemente inversores, personas o entidades legales que estén dispuestas a invertir una cierta cantidad en el desarrollo de una startup, para luego recibir un porcentaje de las ganancias: dividendos. Sin embargo, nadie puede predecir en detalle y con precisión si un nuevo proyecto en particular "disparará" o en uno o dos meses desaparecerá irrevocablemente del mercado, incapaz de resistir a la competencia.
Al invertir dinero en un negocio, puede hacerse rico rápidamente o simplemente puede perderlo. Al mismo tiempo, el posible retorno de la inversión generalmente excede significativamente los ingresos de cualquier depósito bancario, lo que es confiable, pero no promete un aumento de capital rápido.