Muchas familias jóvenes enfrentan problemas con recursos económicos insuficientes. Por lo general, tales situaciones surgen debido a la inconsistencia del presupuesto familiar, que debe planificarse todos los años. Esto puede ayudar a evitar muchos malentendidos y desacuerdos en la familia.
Conceptos básicos de planificación
Lo más conveniente es calcular el presupuesto familiar en forma de tabla. Inicialmente, debe fijar los costos estándar de cada mes. Estos costos incluyen pagos de préstamos, facturas de servicios públicos, servicios de telefonía y televisión por cable, mantenimiento de automóviles, varios cursos y secciones para niños, entre otros. Luego, debe agregar a la tabla aquellos pagos que son únicos y ocurren una o dos veces al año. Dichos costos deben tenerse en cuenta para que no se conviertan en una sorpresa desagradable en el futuro. Estos gastos suelen ser impuestos a la propiedad, pagos de seguros, tratamiento preventivo o una visita a un sanatorio.
Una parte especial del presupuesto familiar debe ser la columna de ingresos para contingencias. Para no gastar dinero extra en restaurantes y diversos tipos de entretenimiento, es necesario elaborar una lista de objetivos financieros. Si tiene una lista de este tipo en el futuro, no tendrá que lamentar el dinero gastado.
Dividiendo el presupuesto
Después de calcular el ingreso familiar total, debe restarle los costos de cada mes y luego escribir esta diferencia frente al nombre del mes. Debería obtener una cantidad que pueda gastar en la vida. Luego, el presupuesto familiar debe dividirse en diferentes categorías: comida, entretenimiento, automóvil, gastos del hogar y otros. Estas categorías son individuales para cada familia. Es necesario decidir conjuntamente en qué categoría qué cantidad se permite gastar. Al mismo tiempo, no se olvide de los medios para el uso personal de cada miembro de la familia. En esta etapa, el presupuesto familiar está casi completamente elaborado. El último elemento deben ser los fondos de reserva. Deben estar presentes en el presupuesto familiar. Una enfermedad repentina, sin bonificación: siempre puede haber algún imprevisto que requiera fondos adicionales. Es para tales casos que deben estar presentes fondos de reserva.
Hay otras opciones de presupuesto familiar. Por ejemplo, algunos cónyuges prefieren no poner todos los fondos en la caja registradora general, sino mantener el cálculo de ingresos y gastos por separado. Pero en este caso, es probable que surjan muchas peleas y reproches. Por tanto, la mejor opción sería gestionar conjuntamente el presupuesto, dividido a partes iguales entre los miembros de la familia para que todos queden satisfechos con el esquema elaborado.