A veces, en familias disfuncionales surge una especie de problema: el esposo quiere obtener un préstamo bancario para necesidades personales, arriesgándose así a involucrarse él y su esposa en dificultades financieras. Será mejor si la mujer toma la situación en sus propias manos y comienza a actuar de acuerdo con las circunstancias.
¿Es posible prohibirle a mi esposo que tome un préstamo?
Según la ley rusa, un hombre casado y una mujer comparten su propiedad por igual. Esto también se aplica a los fondos (presupuesto familiar) y las obligaciones por deudas. La comunidad de deuda se forma según criterios como:
- registro de un préstamo por mutuo acuerdo;
- conciencia tanto del marido como de la mujer sobre la obtención de un préstamo;
- la dirección del préstamo para satisfacer las necesidades generales de la familia.
Por lo tanto, se cree que si un esposo visita un banco para solicitar un préstamo, su cónyuge ya conoce estos planes, por lo que no se requiere su intervención en el proceso posterior. Esto significa que la discusión de cualquier transacción con propiedad personal debe llevarse a cabo con anticipación y no en la etapa de la transacción.
En primer lugar, debe hablar con su esposo en un ambiente relajado. Pregunte para qué necesita un préstamo. Si un hombre está preocupado por la situación financiera de toda la familia o de ciertos parientes, y obtener un préstamo es la única forma de brindarles toda la asistencia posible, puede valer la pena estar de acuerdo con este paso y simplemente discutir en qué orden se debe pagar el banco será reembolsado.
Sucede que un hombre quiere sacar un préstamo u obtener una tarjeta de crédito para fines personales, por ejemplo, para cubrir una deuda existente con otro banco o para adquirir alguna propiedad para sí mismo. Si cree que en el futuro su cónyuge no podrá cumplir adecuadamente con las obligaciones financieras con el banco, intente convencerlo de ello. Háblale de las dificultades que enfrenta una persona con una gran deuda: la búsqueda constante de dinero para pagar intereses, conflictos familiares y laborales, e incluso la incautación de bienes si no se paga a tiempo el préstamo. Quizás esto le ayude a recobrar el sentido común y a rechazar lo que quiere.
Si el hombre aún insiste en que necesita un préstamo, intente ofrecerle una solución diferente al problema que ha surgido. Por ejemplo, bríndele temporalmente el apoyo financiero necesario o involucre a otros familiares y amigos para esto. Bien puede ser que tal ayuda le convenga más al esposo que obtener un préstamo bancario en condiciones desfavorables.
Formas adicionales de resolver el problema
Si su cónyuge se niega a utilizar otras formas de resolver problemas financieros, intente participar lo más posible en el proceso de transacción. Visite el banco con un hombre, obtenga más información sobre los términos del préstamo e intente hablar con representantes de la organización. Para aprobar un préstamo por la cantidad adecuada, es necesario cumplir con una gran cantidad de requisitos establecidos por el banco. La participación de la esposa y sus palabras pueden generar dudas entre los empleados de la organización y, como resultado, el préstamo será rechazado.
Si las acciones anteriores no tuvieron el efecto deseado, ofrézcase como prestatario. Por un lado, esto seguirá provocando la aparición de obligaciones deudores, pero, por otro lado, podrá disponer de forma más responsable del importe recibido y liquidar el préstamo a tiempo, sin preocuparse por la suerte de su esposo.
Recuerde que los bancos tienen empleados que son comprensivos con los problemas de los clientes. Intente escribir una declaración dirigida al jefe del departamento con el que se comunicará su esposo. Indique en él una solicitud para negarse a otorgar un préstamo a su esposo, dando argumentos en contra. Si un hombre bebe o tiene un trabajo poco confiable, asegúrese de informarlo. La administración de los bancos no está obligada a acomodar a los familiares de los posibles prestatarios, sin embargo, aún puede tener en cuenta los hechos declarados y realizar verificaciones adicionales.
En una situación extrema, cuando no se puede evitar un préstamo, y está seguro de que esto resultará en importantes dificultades financieras para toda la familia, solo queda presentar una solicitud de divorcio en la oficina de registro con anticipación. Tal paso puede tranquilizar a un hombre que no quiere perder a su familia, o liberarlo de más ayuda para pagar un préstamo otorgado a su esposo. Si el préstamo se recibe después del divorcio, caerá completamente sobre los hombros del hombre.