El mercado energético global es un objeto ideal para todo tipo de manipulaciones. Aquí el precio es muy sensible a la cantidad de oferta y demanda. George Soros pide a Washington que comience a vender las reservas estratégicas de petróleo para que los precios mundiales no caigan por debajo de los 12 dólares por barril. La historia se repite. A mediados de la década de 1980, Arabia Saudita aumentó drásticamente su producción de petróleo y fue difícil para la URSS mantener la estabilidad en el país. ¿Podrá Estados Unidos repetir este escenario y bajar los precios mundiales del petróleo a $ 10 por barril?
Lobby petrolero en EE. UU.
Los políticos pueden odiar a Rusia y su política exterior independiente tanto como quieran, pero el lobby petrolero en Estados Unidos podrá resistirlos. Los trabajadores de la industria petrolera en los Estados Unidos y Canadá, por supuesto, están sumamente interesados en los altos precios mundiales de sus productos. Los bajos precios del petróleo conducirán inevitablemente al colapso de la rentabilidad de la producción y de la producción de gas y petróleo de esquisto.
Siguiendo los preceptos de George Soros, un anciano especulador bursátil, filántropo y odiador de Rusia, Washington realizó envíos de prueba de petróleo de las reservas estadounidenses, pero esta manipulación no sacudió mucho los precios mundiales.
La respuesta al aumento de la producción de petróleo en Estados Unidos será una disminución proporcional de la producción en otros países. Estados Unidos no puede llegar a un acuerdo con todos los países exportadores de petróleo simplemente físicamente, por lo que el mercado energético se recuperará cuando se forme en él un cierto equilibrio de mercado de oferta y demanda, que no estará sujeto a la influencia de los políticos. A largo plazo, es simplemente poco realista mantener los precios del petróleo artificialmente bajos; requiere inversiones financieras colosales.
China no es la Unión Soviética de los 80
En la década de 1980, Estados Unidos enfrentó a la URSS con su economía ineficaz, su enorme gasto militar y una población descontenta que estaba cansada de los estantes vacíos en las tiendas. Ahora la situación parece algo diferente. El principal oponente de Estados Unidos es China, que también importa energía y tiene un gran interés en bajar los precios mundiales de la energía.
Hay temores reales de que al repetir el escenario de los años 80, Estados Unidos pueda provocar la desestabilización en el mundo árabe (no lo olvides: el presupuesto de Arabia Saudita se elabora sobre la base del precio del petróleo de 95 dólares el barril). Estados Unidos no podrá compensar las pérdidas de la caída de los precios de la energía a sus homólogos de Oriente Medio en la lucha contra Rusia.
Manipulación política en el mercado petrolero
Por el momento, solo el 5% del volumen total de negociación en el mercado petrolero lo realizan sus participantes directos. El 95% restante son especuladores de acciones que aceleran los precios del petróleo en la dirección en que lo necesitan.
En los años 70 del siglo pasado, Estados Unidos acordó con los países árabes que nominarían los precios del petróleo en dólares y mantendrían sus ingresos en los bancos estadounidenses. Así nació el "petrodólar". Todos los países resultaron depender del dólar. Los participantes del mercado simplemente se ven obligados a comprar moneda estadounidense para cerrar contratos de energía.
La conclusión de lo anterior se sugiere a sí misma: para que el mercado energético sea más estable e independiente de las manipulaciones externas, debe estar completamente desacoplado del dólar.
El rechazo del petrodólar es un proceso doloroso y a largo plazo. Por supuesto, Estados Unidos será muy activo para oponerse a él. Por lo que puede ocurrir una caída en el precio del petróleo a $ 10 por barril, pero como este precio será artificial, su regreso al nivel anterior será cuestión de muy poco tiempo.
