El número de servicios y transacciones financieras que solo se pueden pagar mediante transferencias bancarias y electrónicas aumenta cada año. Pero el sistema bancario está lejos de ser perfecto y el dinero transferido a menudo "cuelga" en el espacio electrónico.
En las sucursales de varios bancos se escucha cada vez con más frecuencia: "No recibí dinero". Y en cada situación específica, la solución al problema será individual. Para corregir la situación y devolver el dinero, debe comprender por qué no se recibió la transferencia en la cuenta. El pago simplemente puede retrasarse en el banco que realiza la transferencia. Las razones más comunes del retraso son los trabajos de reparación a gran escala realizados en el sistema operativo del banco, el mantenimiento programado de los servidores. En este caso, el pago simplemente vendrá más tarde, no es necesario hacer nada. Entre las posibles razones de la ausencia del dinero enviado en la cuenta del destinatario se encuentra un error en la introducción de los datos. Tanto la persona que realizó el pago como el cajero-operador pueden cometer un error. Si el cliente cometió un error (por ejemplo, envió dinero a la cuenta de otra persona), la administración del banco no podrá ayudarlo, porque no tiene derecho a revocar pagos que ya se hayan acreditado en la cuenta. Y el reembolso recaerá íntegramente en los hombros del pagador, quien él mismo deberá ponerse en contacto con el destinatario de la transferencia y, explicando la situación, presentar una solicitud de reembolso. Por lo tanto, los expertos recomiendan, para evitar malentendidos, verificar cuidadosamente todos los datos, no solo antes de enviar dinero, sino también después de recibir un recibo. Si los datos en el recibo de pago no coinciden con los datos reales del cliente, entonces el cajero y su gerencia serán responsables del error. En este caso, el personal del banco tendrá que tomar una serie de medidas para devolver el dinero o reenviarlo, más difícil con los errores que cometen los cajeros automáticos. Si, por una falla en el sistema, el pago va a la cuenta de un tercero o se pierde, entonces los empleados del banco insisten obstinadamente en que fue el cliente quien cometió el error al ingresar los datos, lo que significa que debe ser responsable de esto. Y si la verificación con los datos no se ha conservado, entonces es casi imposible probar su caso.