Desde hace varios años, ha habido inestabilidad económica en Grecia y, como resultado, agitación política y social. La elevada deuda agregada del país amenaza con un nuevo descenso de la producción y una posible salida de Grecia de la eurozona. Las razones del fenómeno de la crisis radican en los graves errores cometidos por el gobierno. Probablemente, solo las medidas integrales urgentes propuestas por la Unión Europea pueden salvar la economía del país de un colapso económico global.
Las condiciones previas para la crisis en Grecia se esbozaron en 2009. La economía en ese momento ya estaba en un estado deplorable, y la crisis real estalló en 2010 y continúa hasta el día de hoy. La peculiaridad de la situación actual en este país europeo es que la crisis actual es de deuda. El tamaño de la deuda pública externa de Grecia supera los 350 000 millones de euros. Durante mucho tiempo, el país vivió realmente a crédito, sin pensar en las consecuencias. Al mismo tiempo, hubo un desequilibrio significativo en la política social: salarios increíblemente altos con asignaciones y bonificaciones impresionantes, así como enormes beneficios por desempleo. En otras palabras, el país ha vivido mucho más allá de sus posibilidades.
El país estaba al borde de la quiebra. Cuando llegó el momento de pagar las deudas, el gobierno griego simplemente levantó las manos. Los expertos han determinado que el país no puede salir del agujero de la deuda por sí solo. Los socios de Grecia en la Unión Europea, luego de cálculos y deliberaciones, decidieron condonar parte de la deuda y otorgaron un nuevo préstamo al Estado para que el país tuviera la oportunidad de hacer los ajustes necesarios al rumbo económico.
El gobierno griego tardó mucho en introducir la economía total. Los salarios cayeron drásticamente, comenzaron los despidos masivos y los beneficios sociales para los desempleados comenzaron a disminuir. Tales medidas impopulares llevaron a un aumento en el descontento de los ciudadanos con la política económica del gobierno griego. Una ola de disturbios callejeros, protestas y huelgas se extendió por todo el país.
La agitación en Grecia ya ha afectado negativamente tanto al tipo de cambio de la moneda única europea frente al dólar como a la economía rusa, que es muy sensible a las fluctuaciones del tipo de cambio del euro.
Como medidas que pueden conducir a un cambio en la situación económica del país, los expertos llaman el abandono de las profesiones cerradas con sus privilegios, la facilitación del proceso de registro de empresas y el levantamiento de restricciones a los mercados internos. También es necesario abrir el sector público para competir con las empresas privadas y tomar medidas para mejorar la competitividad de Grecia en los mercados internacionales.