Hoy en día, los préstamos al consumo son los tipos de préstamos más populares. Este tipo de préstamo se diferencia en que el banco no realiza un seguimiento de dónde se gastará el dinero.
Desde un punto de vista económico, el préstamo no es rentable para el prestatario. El banco asume riesgos al emitir un crédito al consumo, ya que no recibe la propiedad ni el seguro de bienes del garante como prenda. En este sentido, la entidad de crédito incluye todos los riesgos en el tipo de interés.
Consejos para obtener un préstamo de consumo
Primero, debe analizar cuidadosamente todos sus ingresos y la necesidad de esta adquisición, porque la condición principal de cualquier banco son los pagos a tiempo. De lo contrario, se le cobrarán pérdidas e intereses.
Es mejor elegir un banco conocido, porque entonces se protegerá de varios problemas.
Vale la pena analizar de antemano cuáles son sus posibilidades de obtener un préstamo. A veces, las organizaciones de crédito establecen límites de edad, por ejemplo, para no otorgar préstamos a quienes no han cumplido los 25 años.
Estudie detenidamente el esquema de cálculo de intereses. Hay dos tipos principales: anualidades y pagos clásicos. El esquema clásico es el devengo de intereses sobre el valor impago de la deuda, y con una anualidad es necesario liquidar el préstamo en cuotas iguales.
Muy a menudo, los bancos guardan silencio sobre la comisión cobrada y tratan de centrarse en una tasa de interés rentable y baja. Las instituciones de crédito pueden cobrar comisiones por pagos mensuales o una vez. En este caso, la comisión se cobra sobre el monto total del préstamo, independientemente de la deuda que quede.
También vale la pena considerar la opción de obtener un préstamo no en un banco, sino en un punto de venta. Sin embargo, esto solo es posible si el banco realiza una promoción en la tienda necesaria, según la cual no se cobran intereses sobre el préstamo.