Durante el siglo pasado, el mapa político y económico del mundo ha cambiado más de una vez. La economía mundial también ha pasado por muchas transformaciones. El patrón oro, después de la Segunda Guerra Mundial, fue reemplazado por un sistema de cambio de oro y, finalmente, ahora se ha establecido un sistema de tipos de cambio flotantes en la mayoría de los países.
Instrucciones
Paso 1
El significado de este nuevo sistema es que la tasa de una moneda en particular se determina en función de la relación entre la oferta y la demanda de la misma. Similar a cómo se determina el precio de los valores en la bolsa de valores.
Paso 2
En la práctica, esto sucede de la siguiente manera: si la demanda de los bienes de un país en el exterior crece y, en consecuencia, este país aumenta sus exportaciones, entonces, junto con ello, crece la demanda de la moneda de este país para pagar las transacciones comerciales internacionales. Si, al mismo tiempo, la importación del país no aumenta en la misma medida, lo que significa que la demanda de otras monedas no aumenta, entonces surge un desequilibrio: la demanda de la moneda nacional supera la oferta. A su vez, esto conducirá al hecho de que el valor de la moneda de este país subirá y su tasa frente a otras monedas subirá.
Paso 3
Por lo tanto, si el volumen de las importaciones en Rusia excede las exportaciones, entonces la oferta de rublos en los mercados de divisas excederá la demanda, y el resultado es que el tipo de cambio del rublo comenzará a caer.
Paso 4
En general, se acepta que el sistema de tipo de cambio flotante tiene una ventaja innegable sobre sus predecesores: permite corregir los déficits comerciales sin la intervención del gobierno. Pero no todos los países permiten que su tipo de cambio se desarrolle por sí solo.
Paso 5
Para evitar saltos bruscos en los tipos de cambio de sus monedas nacionales, llevan a cabo lo que los economistas denominan intervenciones cambiarias. Cuando cae el tipo de cambio de la moneda nacional, el gobierno, a expensas de fondos estatales especiales, lo compra. Y luego, cuando la tasa sube, la vende en los mercados de divisas. Pero incluso estas medidas a menudo son ineficaces, porque en las condiciones del mercado económico global sucede que una parte significativa de la moneda nacional puede estar fuera del país y el gobierno simplemente no puede influir en sus tenedores.