Un precio adecuado puede ser bajo o alto para el mismo producto. Para no equivocarse, uno debe guiarse no solo por los precios de los competidores, sino también por las tareas actuales del negocio.
Instrucciones
Paso 1
Analizar qué lugar ocupa el producto en el esquema general de obtención de beneficios. Si observa el comercio minorista, notará que los productos se dividen en tres categorías: comunes, ganchos y exhibiciones. Los bienes / servicios ordinarios aportan al propietario el principal beneficio. Aquí es donde debes concentrarte en tus competidores. Los ganchos están diseñados para atraer clientes a una tienda u oficina de la empresa. Los elementos expuestos sirven como distracción.
Paso 2
Ofrezca precios bajos para productos de anzuelos. Es posible que estos productos no sean rentables en absoluto. Es importante enganchar a un cliente potencial para que se acostumbre a ir a una tienda en particular. Como ejemplo, piense en los supermercados que cobran precios bajos por los productos que se mueven rápidamente y, en el camino, ganan dinero con todo lo demás.
Paso 3
Fije el precio más alto posible, incluso inadecuado, para el artículo en exhibición. Quizás nadie jamás comprará un producto así. Pero junto a él, otros bienes / servicios no parecen tan caros. Naturalmente, el alto precio debe estar justificado por algo. La calidad, la belleza y el estilo de dicho producto deben seleccionarse especialmente. La tienda debe tener un "rincón de museo" donde aquellos que lo deseen puedan contemplar la oferta súper cara.
Paso 4
Realice un recargo regular en los bienes de los que planea obtener los ingresos principales. Si el producto se vende en todas partes y los clientes conocen muy bien los precios, puede apuntar a sus competidores. Si rara vez hay artículos comprados en la línea de surtido, el precio correcto para ellos puede ser más alto de lo habitual.
Paso 5
Pruebe los umbrales de precios. Según la experiencia personal y por algunas razones psicológicas, los compradores pueden considerar aceptable un cierto precio y no pensar en la cantidad de dinero gastado. Si la cifra es ligeramente superior, los clientes comenzarán a analizar y dudar. Intente poner números diferentes: 99, 100, 104, etc. Cambiar precios, medir resultados, sacar conclusiones sobre la corrección en función de la reacción del mercado.