Al aceptar ayudar a un amigo o conocido en un momento difícil y brindarle apoyo económico, pocas personas piensan en la oportunidad de recibir, en lugar de gratitud y un cálculo completo, retrasos en el pago de deudas y relaciones dañadas. Y esto, según las estadísticas de la práctica judicial, ocurre con bastante frecuencia. De hecho, cuando las pasiones están hirviendo, la indignación por el comportamiento del deudor requiere una salida y quieres tomar medidas radicales para saldar la deuda, ¿cómo puedes seguir comunicándote con él?
Instrucciones
Paso 1
En primer lugar, piense con calma en la situación actual y adopte una cierta estrategia de comportamiento en las relaciones con el deudor, a la que se adherirá estrictamente. Defina sus metas. En este caso, se trata del pago de la deuda, no del mantenimiento o destrucción de la relación. Aquí debes recordar que la Ley está de tu lado, y como último recurso siempre puedes acudir a los tribunales para proteger tus intereses. Pero, de esta forma no siempre se garantiza la devolución de la deuda. Por tanto, debe intentar solucionar el problema de forma pacífica.
Paso 2
Sintonice para mantener un tono comercial en la conversación, considerando la importancia de la transacción en discusión. Las solicitudes al deudor para una liquidación oportuna no son constructivas y pueden ser rechazadas fácilmente por él. Las amenazas y las demostraciones de fuerza permitirán que su interlocutor se niegue por completo a discutir la situación actual. Por lo tanto, debes tener determinación, pero también mostrar respeto a la persona que se encuentra en una situación difícil, haciéndole saber que estás listo para negociar.
Paso 3
Concierta una cita con él para que te sea más fácil estar de acuerdo. Porque por teléfono es más fácil obtener un rechazo de la discusión y escuchar muchas excusas.
Paso 4
Al reunirse, adhiérase a la línea de conducta elegida. Escuche los argumentos del deudor, que intentará citar en su defensa. Exprese su comprensión de sus dificultades, pero sea persistente en sus requisitos, establezca fechas de devolución precisas y comunique sus intenciones; si no se cumplen, vaya a la corte para su ejecución. Créame, es más probable que este comportamiento suyo logre su objetivo. Porque el miedo provocado por tu indignación y amenazas solo puede obligar al deudor a ir al juego interminable del escondite. Y la bondad y la comprensión excesivas te darán una razón para despedirte sin ningún remordimiento.