La fuente de información sobre el estado financiero y patrimonial de la organización es el balance, que consta de activos y pasivos. El activo refleja la propiedad perteneciente a la empresa: efectivo, activos fijos, acciones, etc. Los pasivos reflejan datos sobre las fuentes de formación de activos: pasivos externos, capital social, fondos prestados, etc.
Es necesario
Balance de rotación y balance anterior
Instrucciones
Paso 1
El balance siempre refleja información confiable y completa, por lo tanto, antes de comenzar a elaborar un balance, es necesario reformar el balance, inventariar los pasivos y la propiedad de la organización. Y también comprobar si las pérdidas de negocio se reflejan correctamente en la contabilidad analítica y sintética, si se reflejan todas las transacciones comerciales. El saldo al comienzo del período se llena de acuerdo con los saldos de las cuentas que se formaron al final del período anterior.
Paso 2
Los indicadores al principio y al final del período deben ser comparables. En el caso de que haya habido cambios en la legislación durante el último período o en la política contable de la empresa, pueden surgir discrepancias. Luego es necesario corregir los datos al inicio del período, en función de las condiciones que entraron en vigor en el año en curso.
Paso 3
El saldo muestra cambios en el estado de la propiedad de la organización durante un período de tiempo. Para elaborar un balance, es necesario determinar si separar los activos y pasivos a corto y largo plazo como una clasificación separada en el propio balance. Una clasificación separada separará los activos netos en constante circulación de los activos a largo plazo de la organización. Los datos sobre el vencimiento de los pasivos y activos permitirán evaluar la liquidez y solvencia de la empresa.
Paso 4
Antes de elaborar el balance, es necesario realizar balances de prueba al comienzo del período, en función del balance. Luego, haga los ajustes necesarios, alinee todas las cuentas con los estándares de informes financieros. Las partidas lineales del balance se forman como resultado del procesamiento de una variedad de transacciones comerciales que se combinan en grupos por naturaleza y función. Cada partida se presenta por separado, los montos insignificantes se combinan con montos similares y no se incluyen en el balance por separado. El orden y el título de los artículos pueden variar de acuerdo con las características específicas de las operaciones comerciales de la empresa y la naturaleza de la actividad. Deben hacerse notas en el balance general, que revelen las subclases de cada elemento de línea.