La calidad y competitividad de cualquier producto determina en gran medida su éxito en el mercado. La vida económica y social tanto del estado en su conjunto como del consumidor individual depende del éxito con que se resuelva este problema. La competitividad es un concepto multifacético que significa el cumplimiento de un producto con las condiciones del mercado, los requisitos del consumidor final de los productos en cuanto a precio, tiempo de entrega, canales de distribución, calidad de servicio, etc.
Instrucciones
Paso 1
Para una evaluación correcta de la competitividad de un producto en particular, busque su análogo en el mercado. El parámetro estimado es un concepto relativo que está ligado a un mercado y momento de venta específicos.
Paso 2
Evalúe las cualidades del consumidor de un producto de la competencia. ¿En qué medida satisface la necesidad correspondiente? ¿El objeto realiza funciones adicionales además de la principal? ¿Cuál es la diferencia entre el conjunto de características de un producto de la competencia y un producto cuya competitividad desea medir?
Paso 3
Determine qué tan largo es el potencial del producto. Para mantener la competitividad, es necesario que el producto siga siendo atractivo para un consumidor potencial durante un período de tiempo considerable. Por supuesto, hay bienes que rápidamente se vuelven obsoletos en términos morales, pero en este caso, es necesario prever la expansión oportuna de la línea de productos y el lanzamiento de modificaciones nuevas y mejoradas.
Paso 4
Realice una evaluación comparativa de las características de precio de su producto y el de sus competidores. Para mantener la competitividad, la diferencia de precio debe compensarse con un conjunto de funciones adicionales, facilidad de uso y la presencia de un servicio desarrollado.
Paso 5
Considere los parámetros ergonómicos del producto, evaluándolo en términos de cumplimiento de las características del cuerpo humano. El producto debe ser conveniente para consumir o realizar operaciones de producción con él. La inadecuación de los productos a los requisitos de la ergonomía hace que la posición competitiva sea más débil y más vulnerable.
Paso 6
Evaluar los indicadores estéticos: expresividad, combinación racional de tamaño y forma del producto. Tales características determinan la percepción externa del producto, lo que influye mucho en la elección directa del consumidor al momento de tomar una decisión de compra.
Paso 7
Realizar un análisis cualitativo del producto para el cumplimiento de sus reglamentos técnicos, normas estatales de producción y consumo. Compruebe si el producto infringe la legislación vigente del país al que se dirige.
Paso 8
Realizar una valoración comparativa (cualitativa y cuantitativa) para todos los puestos indicados. Cree una hoja de cálculo que incluya los parámetros del producto que se está evaluando y las características de varias muestras ofrecidas por la competencia. Como resultado, podrá evaluar visualmente qué tan competitivos son sus productos, así como identificar las debilidades que deben fortalecerse con beneficios adicionales.