Muchos estudiantes creen que después de graduarse es hora de conseguir un trabajo. Pero hay otra forma: iniciar su propio negocio, es decir, trabajar para usted mismo. Esto es mucho más beneficioso y hay muchas razones para esta decisión.
Si usted es el propietario, nadie más que usted tendrá que decidir qué hacer con las ganancias. Cuando trabajas para alguien, una gran parte de los ingresos se destina a los sueldos de tu dirección y de los propietarios de la empresa.
A quienes trabajan por contrato se les paga solo por el desempeño de sus funciones durante 8 horas al día. Pero cuando trabajas por tu cuenta, pagas todo tu tiempo, es decir, ¡las 24 horas del día! Puede iniciar procesos comerciales que traen ganancias a largo plazo, ganar dinero con ideas o cómo se venderá su producto o servicio en el futuro. Por ejemplo, esto es una inversión, ingresos del sitio o algo por el estilo.
Usted mismo establece el monto de su salario. Miras la eficiencia de tu empresa, la evalúas y fijas tu propio salario. Ya no es necesario convencer a la dirección de que sus innovaciones en la gestión han producido un resultado tan bueno para la empresa que el salario podría haber aumentado. Ahora solo tú decides cuánto recibirás y cuándo. Ya no tienes que esperar un salario o un anticipo.
Tú decides el rumbo que seguirá la empresa. A menudo sucede que una persona en el trabajo está insatisfecha con su liderazgo, ya que cree que no se le permite mostrar sus habilidades y capacidades al máximo, obstaculiza su desarrollo, no acepta sus ideas. Si trabaja por su cuenta, nadie podrá impedir que implemente su propio plan.
Obtendrá conocimientos prácticos sobre la independencia financiera. Las experiencias de vida son de diferentes tipos. Por ejemplo, en el trabajo, adquiere conocimientos sobre la mejor forma de hacer las cosas en su especialidad. Pero si tienes tu propio negocio, los conocimientos adquiridos serán diferentes: cómo organizar los negocios para ser económicamente independiente. Es posible que no siempre tenga éxito en todo, pero con el tiempo encontrará su propia estrategia para mantener el negocio con el fin de ganar y descansar todo lo que necesite.
Mucha gente piensa que tener un empleo es mucho más seguro económicamente que su propio negocio. En realidad, el empleador siempre puede despedirlo. La empresa puede ir a la quiebra. La crisis económica puede dejarlo en el paro. Pero cuando trabajas para ti mismo, estás a cargo del negocio. Por supuesto, aquí tampoco puede asegurarse contra todo, pero como está al mando, puede confiar en sí mismo en mayor medida.
Es usted quien determina el contingente de empleados. El trabajador autónomo no tiene derecho a decidir qué compañeros pueden trabajar con él y cuáles no. Además, debe haber un código de vestimenta, cultura corporativa y otras restricciones que puedan interferir con usted. Si trabaja por su cuenta, entonces tiene independencia, usted establece las reglas que se adoptarán en su empresa.