Desde el 1 de julio de 2012, se establecieron nuevas tarifas para la vivienda y los servicios comunales en Rusia. En Moscú crecieron en promedio un 9,7%, en otras regiones el aumento fue del 7 al 15%. Otro aumento en los precios de los recursos proporcionados por la vivienda y los servicios comunales tuvo lugar el 1 de septiembre de 2012. Además, se prevé en un futuro próximo una reforma seria del sistema de pago de estos servicios.
El gobierno ruso ha aprobado una ley sobre un plan paso a paso para la introducción de una tasa social de consumo de ciertos servicios públicos. La norma se considerará la mínima, suficiente de por vida, así como el volumen asequible de agua, electricidad, calor, etc. Los servicios que se prestarán en el marco de esta norma van a estar sujetos a tarifas mínimas, por todo lo demás tendrás que pagar alrededor de un 70% más.
En 2013, se introducirán normas sociales para el consumo de electricidad como parte de un proyecto piloto en 8 a 15 regiones. Y en 2014, todos los rusos pagarán la electricidad a tarifas sociales.
El gobierno aún no ha decidido el número exacto de kilovatios-hora incluidos en la norma social para los rusos. En una reunión de la Duma, el primer ministro Dmitry Medvedev dijo que al calcular las tasas de consumo de un recurso en particular, es necesario tener en cuenta el clima y otros factores. Entonces, por ejemplo, en el Ártico y en el sur del país, las normas sociales de la electricidad deberían ser diferentes.
El tamaño de la norma social también dependerá del tipo de área (urbana o rural), el número de residentes, etc. La introducción de tarifas sociales para la electricidad será el primer paso en la reforma del sistema de vivienda y servicios comunales. Si esta reforma afectará el suministro de gas y la calefacción depende del éxito del proyecto piloto.
La introducción de normas sociales para el consumo de recursos naturales, según los funcionarios, reducirá los costos de los subsidios cruzados y la carga financiera para las empresas. En una reunión en el Kremlin, el Primer Ministro de la Federación de Rusia también pidió a todos los ciudadanos que instalen medidores de gas y agua. Según Dmitry Medvedev, ya es hora de que los rusos aprendan a controlar el consumo de recursos naturales y a tratarlos con más cuidado.
Según los expertos, es poco probable que estas medidas corrijan la situación actual en el país: ahora la deuda de los rusos con los proveedores de agua, electricidad y gas asciende a más de 300 mil millones de rublos, y los continuos aumentos de tarifas solo pueden aumentar significativamente esta cifra.